A partir del 1 de enero de 2025, los notarios franceses desempeñarán un papel crucial en la legalización y apostilla de documentos.
¡Se acabó la carrera de obstáculos!
Hasta ahora, conseguir el reconocimiento de un documento francés en el extranjero ha sido a menudo un quebradero de cabeza. Entre ir y venir al Ministerio de Asuntos Exteriores y visitas a embajadas, obtener el preciado sésamo podía llevar semanas.
Pero las cosas están cambiando. Los notarios, esos profesionales del derecho arraigados en el tejido local, podrán ahora estampar su sello en sus papeles.otorgándoles un estatus internacional. Esto debía tener lugar en 2023, pero los retrasos en su aplicación han retrasado el plazo hasta el 1 de enero de 2025..
Por cierto, legalización y apostilla, quesaco ?
Imagínese tener que demostrar a un funcionario extranjero que su partida de nacimiento francesa no es sólo un trozo de papel impreso en su garaje. Ahí es donde entran en juego estos trámites:
- La legalización Es el gran clásico, el Rolls-Royce de la autenticación. Certifica la veracidad de la firma, la calidad del firmante y la identidad del sello o timbre del documento.
- La apostilla Esta es la versión más ligera, el tren de alta velocidad de la legalización. Realiza las mismas funciones, pero de forma simplificada para los países signatarios del Convenio de La Haya.
En ambos casos, se trata de un sello oficial que convierte su documento en un pasaporte internacional.
El notario, su nuevo mejor amigo en el extranjero
A partir de 2025, no será necesario correr a París ni hacer malabarismos con los horarios de apertura de los consulados. Su notario local podrá encargarse de todo. Esto ahorrará una cantidad considerable de tiempo y energía, especialmente a quienes viven muy lejos de las grandes ciudades.
No obstante, tenga en cuenta que no todos los documentos están cubiertos.. Los documentos diplomáticos y consulares, así como determinados documentos comerciales y aduaneros, quedarán fuera del ámbito de actuación de los notarios.
Europa, un caso aparte
Si tiene previsto presentar sus documentos en un país de la Unión Europea, ¡alégrese! Desde hace algunos años, muchos documentos públicos circulan libremente en la UE, sin necesidad de legalización ni apostilla. Es el caso, en particular, de todos los documentos relativos a laestado civilen antecedentes penales o el residencia.
Para los demás, un rápido viaje al notario será pronto suficiente.
El precio de la tranquilidad
Actualmente, la legalización cuesta 10 euros por documento en Francia y hasta 25 euros en el extranjero. Las apostillas son gratuitas. Aún no se han anunciado las tarifas que aplicarán los notarios a partir de 2025, pero cabe esperar que se mantengan dentro de esta horquilla.
¿Lo sabía? El Convenio de La Haya sobre la Apostilla, firmado en 1961, cuenta en la actualidad con más de 120 países signatarios. Ha simplificado enormemente el intercambio de documentos entre naciones, facilitando el comercio, los estudios y la movilidad internacional. |
Hasta 2025...
Hasta entonces, siguen vigentes los procedimientos actuales. Para la legalización, diríjase a la oficina de legalización del Ministerio de Asuntos Exteriores y después a la embajada del país de destino. Para la apostilla, deberá dirigirse al tribunal de apelación competente.
Recuerde que algunos documentos originales únicos, como los diplomas, no pueden legalizarse tal cual. Será necesaria una copia compulsada.
Aunque confiar a los notarios la legalización y la apostilla es un gran paso adelante, algunos ya sueñan con la siguiente etapa: desmaterialización completa del proceso. Imagine un mundo en el que un simple código QR en su smartphone bastara para demostrar la autenticidad de sus documentos... Puede que no sea para mañana, pero el avance hacia los notarios demuestra que la simplificación está en camino.
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